Esta imagen que llamamos ‘El peregrino orado’, está inspirada en una fotografía real de Calcuta. Este chico carga una mochila negra, que representa nuestros sufrimientos. Cruzado de pies y brazos parece decir: ‘se acabó mi vida, todo está perdido, no hay esperanza’. La mujer, imagen de la Iglesia orante, que junta sus manos “para que ninguno se pierda” impide que el chico caiga al suelo. La oración de la Iglesia nos sostiene, no estamos solos. El sol, simboliza a Cristo resucitado que se levanta de las tinieblas del sepulcro como luz. Él siempre está y no se cansa de esperarnos. Una hermana de Iesu Communio pintó este cuadro tratando de plasmar una imagen de nuestra vocación y del sufrimiento del hombre de hoy.
Meditación de la Madre Verónica sobre 'El peregrino orado': Ver en YouTube
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