El Hijo de Dios en su encarnación, nos invitó a la revolución de la ternura.
Papa Francisco
Desde el momento en que el Hijo de Dios es entregado a los cuidados de una madre humana Dios Padre cuida a la Virgen misma. Desde el momento en el que el Hijo te dice: ¡envuélveme en tu fragilidad!, Dios Padre cuida de ti.