La paloma
Permanece en mi paz.
Fue frecuente representar a la paloma con un ramo de olivo en el pico o entre sus patas, evocando el momento de la historia de Noé en que, pasado el diluvio, volvió la paloma con un ramo verde de olivo (Gn 8, 8-10). Pero en la figura de Noé y la paloma, los primeros cristianos veían anunciada otra escena de la historia de la salvación, el bautismo de Jesús en el Jordán cuando sobre él descendió el Espíritu Santo en forma de paloma.