A lo largo de los años las hermanas de Iesu Communio veníamos elaborando arreglos florales para el cuidado de nuestra iglesia y celebraciones litúrgicas, la corona de Adviento, las coronas de flores que llevamos el día de nuestra profesión perpetua, etc.
La total dedicación a la repostería nunca nos había hecho pensar que las flores pudieran llegar a ser un trabajo para nosotras.
Sin embargo, el iniciar una fundación y la necesidad de ingresos para sostener una comunidad tan numerosa, dio pie a esta iniciativa no buscada, pero que ha tenido una calurosa acogida.
Es así como nos hemos adentrado en la composición de centros de flores preservadas como decoración del hogar y de las ocasiones más especiales: bodas, comuniones, regalos...