‘Pequeña repostería’ tuvo su origen en nuestro monasterio en 1978. Actualmente es uno de nuestros trabajos y medio de subsistencia.
Nuestras hermanas mayores comenzaron con el trabajo de la confitería, con la fabricación y venta de nuestros primeros y más tradicionales productos.
Ellas sentaron las bases de lo que siempre ha sido y es el criterio de nuestra forma de trabajar: la selección de las mejores materias primas y una elaboración manual, cuidada con paciencia y delicadeza.
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